7. RESEÑA. PROCESO DE INSTITUCIONALIZACION DE LA EDUCACION EN MEXICO (1920-1970).
Durante el periodo que va de la década de los años 20 a los años 70’s el Estado mexicano emprendió una serie de reformas que pretendían reorganizar, actualizar y expandir el sistema educativo en todo el territorio nacional, con el objetivo de hacerlo más accesible, integral y acorde con los requerimientos de un país que se encontraba en proceso de transformación económica, social y política después de la Revolución. La importancia de la educación en el proyecto de modernización indudablemente fue clave en la generación de una conciencia nacional, en el desarrollo económico y la soberanía del país. Los gobiernos en turno vieron en la educación un instrumento de progreso y desarrollo económico. En general, fue necesario recurrir e instaurar un nuevo sistema educativo para la integración de la nación, es decir, una educación para sentar las bases y darle cuerpo al concepto de identidad nacional.
Dichos esfuerzos de modernización y reforma educativa llevados a cabo en México, a nivel organizativo resultó en un esfuerzo por descentralizar la administración educativa, trasladando parte de la responsabilidad y los recursos hacia los gobiernos estatales. Esta descentralización tenía como objetivo hacer más eficiente la gestión educativa, adaptándola a las necesidades específicas de cada región. Así, nace la Secretaría de Educación Pública SEP (1921); institución que se consolidó como la coordinadora del sistema educativo nacional y fungió como la responsable de definir las políticas generales. Esta estrategia fue muy importante para avanzar en la cobertura educativa con campañas de alfabetización y creación de escuelas normales y rurales.
En cuanto a la necesidad de diversificar y expandir la oferta educativa, especialmente en niveles superiores y técnicos, el Estado promovió la creación de nuevas instituciones educativas, particularmente en áreas técnicas y agrícolas, con el objetivo de atender la creciente demanda de profesionales especializados que pudieran contribuir al desarrollo industrial y agropecuario del país. Así durante estas décadas, el país impulsó la expansión de la educación rural, buscando reducir las diferencias educativas entre el campo y la ciudad ya que se buscaba vincular a la educación con el desarrollo económico. La creación de instituciones como el Instituto Politécnico Nacional IPN (1938) y el fortalecimiento de las escuelas tecnológicas fueron pasos importantes en esta dirección.
Además, la inclusión de la ciencia y la tecnología como áreas clave del desarrollo nacional reflejaba una visión de independencia y autosuficiencia. La formación de un nuevo mexicano y la preparación técnica eficiente para manejar con destreza la nueva tecnología, que se fue incorporando a la creciente planta productiva durante estos años, fue de gran importancia, pues el peso que se le dio a la capacitación técnica y científica de los mexicanos se consideraba esencial para reducir la dependencia tecnológica del extranjero. Ya para este momento se habla de un proceso de modernización basado en un modelo económico desarrollista. Desarrollo económico, industrialización y educación se convirtió en el trinomio dominante en el panorama nacional, con la idea de progreso y crecimiento para borrar las desigualdades sociales. En esta época, destaca el trabajo de Jaime Torres Bodet quien Morales señala que es considerado el arquitecto del proyecto educativo del modelo económico desarrollista y el último de los grandes secretarios de educación del siglo en nuestro país.
A pesar de los avances que se lograron en términos de expansión de la cobertura educativa y la diversificación de la oferta, se señala que, en cuarenta años de gobiernos revolucionarios, las reformas educativas no fueron suficientes para resolver los problemas estructurales del país. El tránsito repentino de una economía agrícola a una economía industrial sin la debida preparación de la sociedad trajo como consecuencia la reordenación de la sociedad y un mayor rezago educativo. A finales de la década de 1970, la economía mexicana enfrentaba graves dificultades, y esta desigualdad en el acceso a la educación seguía siendo una preocupación central. Aunque se dieron pasos importantes en la modernización del sistema educativo, los problemas persistían, y la calidad de la educación seguía siendo un tema pendiente. Como solución a estos problemas es como nace el Consejo Nacional Técnico de la Educación (CNTE) con un Plan para el Mejoramiento y Expansión de la Educación Básica, para atacar el rezago educativo y aumentar el promedio nacional de escolaridad. Con ello se buscó reorganizar por áreas, planes, programas, contenidos y métodos de enseñanza.
En resumen, los esfuerzos por modernizar la educación en México en el marco de un proyecto de desarrollo nacional y las reformas impulsadas durante este periodo buscaban reorientar la educación hacia una mayor equidad, diversificación y adaptación a las necesidades del país, pero también encontraron obstáculos significativos en su implementación. A pesar de los avances en la expansión de la cobertura educativa y la creación de nuevas instituciones, las tensiones entre la modernización y la realidad socioeconómica se hicieron evidentes, y los problemas estructurales del sistema educativo siguieron siendo una constante en las décadas siguientes. Si bien, en materia educativa en términos de números fue muy significativa al levantarse miles de escuelas en todo el territorio nacional, la calidad de la educación era deficiente para la gran mayoría de la población. Aún después de esta crisis el país y el Estado mexicano siguió hasta la década de los 80 en la búsqueda de un nuevo modelo educativo que permitiera contar con profesionales bien preparados y comprometidos con la política de desarrollo económico e industrial de ese momento.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA.
• Morales Hernández, A. (s.f). Estado, modernización y educación. (Documento editado para la Licenciatura en Educación e Innovación Educativa, inédito). UPN: 2014.
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